Dinámicas y Regulaciones del Trabajo Dividido en el CCNL
El Artículo 8 del Contrato Colectivo Nacional de Trabajo (CCNL) introduce y regula la figura del trabajo dividido en el sector doméstico, una modalidad de empleo que permite a dos trabajadores compartir las responsabilidades de un único puesto de trabajo. Esta disposición ofrece una mayor flexibilidad laboral, manteniendo al mismo tiempo un fuerte vínculo de solidaridad entre los co-obligados.
El contrato de trabajo dividido debe formalizarse por escrito, especificando claramente el tratamiento económico y normativo asignado a cada uno de los trabajadores, así como la distribución temporal del trabajo. Los dos trabajadores, manteniendo un vínculo de responsabilidad conjunta, pueden organizar su colaboración y horarios de manera autónoma, con la posibilidad de reemplazarse mutuamente según sea necesario.
Este artículo también establece limitaciones para las sustituciones externas, enfatizando que en caso de renuncia o despido de uno de los co-obligados, el contrato podría terminar, a menos que se llegue a un nuevo acuerdo. Sin embargo, la flexibilidad está garantizada: los trabajadores pueden adaptar el acuerdo según las necesidades del momento, transformando el contrato dividido en una relación laboral subordinada normal, si es necesario, previo acuerdo entre las partes.
Estas reglas tienen como objetivo garantizar que el trabajo dividido se gestione de manera justa y flexible, ofreciendo una solución innovadora que respeta las necesidades tanto de los empleadores como de los trabajadores en el contexto familiar y doméstico.
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Frequently asked questions
La contratación de dos trabajadores que asumen solidariamente el cumplimiento de una única obligación laboral significa que dos personas son contratadas para realizar juntas una única tarea o un conjunto de tareas laborales. Esto implica que ambos trabajadores son responsables colectivamente (e individualmente) del cumplimiento total de las responsabilidades laborales asignadas. Este tipo de acuerdo se formaliza para garantizar que las responsabilidades laborales se cubran de manera eficaz, permitiendo al mismo tiempo flexibilidad en su ejecución.
Los dos trabajadores tienen la facultad de sustituirse mutuamente y de modificar de común acuerdo la distribución temporal de sus horarios de trabajo en cualquier momento. Sin embargo, si uno de los dos no puede realizar su trabajo por motivos específicos, el otro trabajador se convierte en responsable del cumplimiento de toda la obligación laboral. Las modificaciones de los horarios y las sustituciones deben ser acordadas entre los trabajadores, pero el riesgo relacionado con la imposibilidad de realizar el trabajo debido a problemas de uno de ellos recae sobre el otro trabajador.
Si uno de los trabajadores coobligados renuncia o es despedido, el vínculo contractual entre el empleador y ambos trabajadores se considera generalmente extinguido, a menos que haya un acuerdo diferente. Si el otro trabajador está dispuesto a continuar con la obligación laboral, total o parcialmente, y el empleador lo acepta, el contrato de trabajo dividido puede transformarse en un contrato de trabajo subordinado normal. Además, el trabajador restante tiene la facultad de proponer a otra persona para asumir conjuntamente la obligación laboral, con el consentimiento del empleador. Si no se llega a un acuerdo, el vínculo contractual se extingue completamente.
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